del sol de la arena del mar de las pendientes
el refugio de las olas
y el otro lado de la sal
tú me enseñaste
a mirar de reojo las estrellas
e identificar el nombre
de cada árbol de la ribera
No necesité ser entomólogo
para hablar con los insectos
ni gritar mi abecedario a los acantilados
para ser amigo de la hierba trepadora
Encendiste varillas velas oraciones
y clavaste tu tatuaje en mi costado...
(Iván)
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